Jugar es un derecho fundamental del niño y una fuente imprescindible de estimulación, aprendizaje y conocimiento. A través del juego los niños desarrollan gran parte de la motricidad, ponen a prueba sin límites su imaginación y creatividad, se relacionan con otros niños, exteriorizan emociones y estimulan todos los sentidos, entre ellos, la vista.
En esta ocasión vamos a hablar de los juegos que pueden ayudar a vuestros pequeños de la casa a estimular la visión a la vez que aprenden otras cosas.
Tangram
Empezamos por uno que, yo por lo menos no había jugado nunca, y que se llama Tangram.
El Tangram es un sencillo juego que consiste en formar siluetas de figuras a base de piezas geométricas. El original consta de siete piezas, aunque en el mercado podemos encontrar Tangram con una cantidad de piezas muy superior.
Pero detrás de su aparente sencillez, este juego ofrece una gran versatilidad, pues permite al niño poner a prueba su creatividad e imaginación al tiempo que analiza formas geométricas, dimensiones y relaciones espaciales.
Más allá de estos beneficios, la optometrista nos revela que jugar al tangram es una forma lúdica de trabajar la visualización y la percepción espacial.
Parchís y La Oca
El parchís y la oca son dos de los juegos clásicos que nunca faltan en casa, pues aportan horas de diversión además de grandes beneficios relacionados con el juego por turnos, el conteo y la introducción a operaciones matemáticas sencillas.
En cuanto a su implicación en la estimulación visual estos juegos y otros que constan de tablero con casillas obliga a mover los ojos de forma parecida a como lo haríamos al pasar de una palabra a otra durante la lectura, por lo que es un excelente entrenamiento visual.
Juegos de cartas
Los juegos de mesa a base de cartas aportan un sinfín de beneficios para los niños, aunque si nos ceñimos a la salud visual recomendaríamos el Uno, el Memory y el Dobble, pues en todos ellos cobra una especial importancia la agudeza visual.
Juegos con una pelota
Pero ahora que llegará el buen tiempo, lo ideal será aprovechar la luz natural y las excelentes temperaturas para disfrutar de otros juegos al aire libre que también estimulen el sentido de la vista. Y para ello no necesitamos un gran despliegue de juegos o accesorios, pues solo necesitamos una simple pelota (ya sea en el suelo o en el agua) para obtener grandes beneficios, ya que jugar a cualquier juego de pelota no solo nos obliga a movernos físicamente, sino también a poner en marcha casi todas nuestras habilidades visuales: agudeza visual, enfoque, motilidad ocular, visión en relieve, coordinación ojo-mano u ojo-pie.
Hay muchos más juegos, algunos más veraniegos, que pondremos más adelante para que podáis ayudar a vuestros hijos a mejorar la visión con juegos, ya que al fin y al cabo, la mejor forma de aprender es jugando.