DMAE

La DMAE (degeneración macular asociada a la edad) es una enfermedad degenerativa de la mácula o zona central de la retina y de mayor sensibilidad visual. Afecta a más de 800.000 personas en España y representa la primera causa de ceguera en mayores de 65 años en los países industrializados. La mácula es un área pequeña localizada en el centro de la retina, la capa posterior del ojo que transforma la luz y las imágenes que entran en el ojo en señales nerviosas que son enviadas al cerebro.

La mácula es la responsable de que veamos con claridad los pequeños detalles, que la visión se más nítida tanto de cerca como de lejos. La DMAE afecta solo a la visión central, la visión periférica no se ve alterada.

Es la causa más frecuente de disminución severa de la visión en el mundo occidental. En España afecta al 13% de las personas mayores de 65 años.

Existen dos tipos de DMAE, teniendo en cuenta que un mismo paciente puede pasar de uno al otro:

  • DMAE seca o atrófica: es la forma más prevalente (alrededor del 85% de los casos) y se caracteriza por una evolución lenta y progresiva. Se produce como resultado de la acumulación de desechos (depósitos amarillentos o drusas), lo que atrofia la zona macular.
  • DMAE húmeda o exudativa: aunque es menos frecuente, su avance es más rápido y suele tener un peor pronóstico visual. En esta forma de DMAE crece una membrana vascular  bajo de la retina, debido a la aparición de nuevos vasos sanguíneos anómalos y muy frágiles, que sangran y pierden líquido, comprometiendo a la visión de forma severa.

    Retina de un paciente sano

     

    Retina de un paciente con DMAE húmeda

    ¿Por qué se produce?

    La edad es el principal factor de riesgo de la DMAE, que no suele aparecer antes de los 50-60 años y cuya incidencia aumenta con el paso del tiempo.

  • Al envejecimiento hay que sumarle la predisposición genética, ya que se ha demostrado que los genes tienen más peso del que se creía hasta ahora en la enfermedad: se estima que un 50% del riesgo de DMAE es hereditario y que la probabilidad de padecerla es entre 3 y 6 veces superior si se tiene un familiar afecto de primer grado.

    Por último, también hay que considerar la influencia de los factores ambientales, siendo el principal de ellos el tabaco, que multiplica por 5 las posibilidades de desarrollar DMAE.

    • Fumar
    • Malos hábitos alimentarios
    • Hipertensión arterial
    • Problemas circulatorios
    • Obesidad
    • Exposición directa y prolongada al sol

 

¿Cuándo acudir al oftalmólogo?

En los casos más leves y cuando solo un ojo está afectado, los pacientes pueden no tener síntomas. Sin embargo, cuando la enfermedad progresa el paciente puede sufrir alguno de estos síntomas

  • Visión borrosa
  • Ondulación de las líneas rectas
  • Objetos distorsionados
  • Presencia de una mancha central

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